La seguridad en edificios y empresas no depende únicamente de contar con sistemas contra incendios instalados; su mantenimiento periódico es fundamental para garantizar que funcionen correctamente en caso de emergencia. Los expertos en protección contra incendios recomiendan que cada componente del sistema PCI sea revisado de acuerdo con su tipo y función.
Alarmas y detectores de humo: requieren pruebas de funcionamiento y limpieza al menos una vez al año, con inspecciones visuales mensuales para asegurar que no haya obstrucciones ni daños.
Rociadores automáticos: deben ser inspeccionados cada seis meses y recibir mantenimiento completo de forma anual, verificando presión, válvulas y sistema de tuberías.
Extintores portátiles: necesitan revisión visual mensual y mantenimiento formal anual, incluyendo recarga si es necesario y verificación de la presión.
Sistemas de control y paneles electrónicos: requieren pruebas funcionales periódicas y actualización de software cuando corresponda.
“El mantenimiento regular no solo asegura que los sistemas funcionen cuando se necesitan, sino que también ayuda a detectar posibles fallas antes de que se conviertan en un riesgo real”.
Además, cumplir con los calendarios de mantenimiento es un requisito legal en muchas jurisdicciones y contribuye a la tranquilidad de empleados, visitantes y propietarios. Las empresas que registran todas las intervenciones de mantenimiento pueden demostrar que sus instalaciones cumplen con los estándares de seguridad y prevención.
La recomendación general de los especialistas es programar revisiones periódicas y mantenimientos preventivos, manteniendo un registro actualizado de cada inspección. Así, se minimiza el riesgo de fallas en situaciones críticas y se asegura que la protección contra incendios esté siempre en condiciones óptimas.
