Las inspecciones periódicas de extintores, rociadores y alarmas pueden marcar la diferencia entre un incidente menor y una catástrofe. Los expertos destacan la importancia de revisar los sistemas al menos una vez al año.
Los sistemas de protección contra incendios salvan vidas, pero solo si funcionan correctamente. Para garantizarlo, su revisión periódica es obligatoria por ley y fundamental para la seguridad de personas, bienes e infraestructuras.
¿Cada cuánto se debe revisar?
Extintores: inspección mensual y mantenimiento anual.
Sistemas de rociadores: revisión visual mensual y pruebas de funcionamiento trimestrales o anuales.
Alarmas de incendio: prueba de dispositivos y sirenas al menos una vez al año.
Sistemas por gases (como FM200 o CO₂): revisión de presión y carga semestral o anual.
Puertas cortafuego: inspección trimestral y pruebas funcionales anuales.
El tiempo promedio para realizar una revisión completa puede variar entre medio día y varios días, dependiendo del tamaño del edificio, la cantidad de equipos y el tipo de instalación (industrial, hospitalaria, comercial, etc.).
Riesgos de no cumplir
No revisar el sistema contra incendios no solo supone un riesgo evidente para la vida humana, sino también sanciones económicas y legales. Según cifras del sector, más del 35% de los sistemas inspeccionados en 2024 presentaron fallas críticas que pudieron haber puesto en peligro a los ocupantes.
Además, los seguros pueden negar coberturas en caso de siniestro si se demuestra falta de mantenimiento.
Un compromiso con la prevención
Las empresas están llamadas no solo a cumplir con la normativa, sino a tomar un rol activo en la cultura de la prevención. Contar con un plan de mantenimiento certificado, personal formado en uso de extintores y simulacros regulares puede marcar la diferencia en una emergencia.
